Actualmente, hay muchos estudios que sostienen los beneficios de los perros como enlace terapéutico para los niños autistas. Así, gracias a esta relación canino humana pueden lograrse grandes avances en cuanto al comportamiento social y a la parte comunicativa, siendo los dos, aspectos que pueden dificultarse un poco en estos pequeños.

Igualmente, los niños con el espectro autista necesitan contar con cierta seguridad, amor y atención que los caninos pueden ofrecerles. De aquí que se haya comprendido la gran conexión que se llega a establecer entre este tipo de mascotas y las personas con esta condición.

¿Qué es el autismo?

El autismo o trastorno del espectro autista es una condición que afecta el cerebro desde edad muy temprana. Se aprecia como una condición de carácter neurológico que dura toda la vida y que puede manifestarse de muchas maneras, dependiendo de la forma en la que comience a tratarse.

La mayor afectación que muestra el autismo tiene que ver con la dificultad para relacionarse con las otras personas, así como los problemas comunicativos que pueden hacerse difíciles de sobrellevar.

Beneficios de los perros para los niños en el espectro autista

Hoy en días se habla de muchos beneficios que pueden aportar los perros en la vida de los niños con autismo. Ahora bien, esto se comienza a descubrir en el año de 1996, gracias a unos estudios que fueron realizados por parte de la National Service Dogs.

Debido a los buenos resultados que se obtuvieron en pruebas llevadas a cabo en Canadá, España, entre otros países, se pudo ver la manera en la que los perros ayudaban a una buena integración de las personas autistas a las actividades sociales. Así mismo, hay otros beneficios a considerar:

Ayuda a que los niños mejoren su comunicación

En primer lugar, es posible lograr una mayor empatía por parte del niño, ya que puede experimentar altos niveles de seguridad. Gracias a ello, se aprecian cambios en la conducta que pueden permitirle interactuar más con las personas que le rodean y sentirse a gusto con cada cosa que perciben.

Por otra parte, se ve que hay un acercamiento natural lo que demostraría que el niño autista busca la manera de hacer una vida social sin tantos temores y, además, lo hace por voluntad propia. Tener este tipo de conductas representa avances positivos.

Mejoran el comportamiento social

A consecuencia de lo que significa un canino para los niños autistas, se percibe una gran concentración en su día cotidiano, así como una mejor socialización. Es decir, los perros ayudan a que pueda existir una mejor respuesta social, lo que haría más llevadero el día a día de estas personas y sirve para que ganen una mayor confianza.

Resulta importante mencionar que los perros con su compañía pueden servir para que los autistas tengan menos miedos a la hora de una interacción, por ello, se hace uso de estos animales en las terapias que buscan mejorar el comportamiento social y hacer que se pueda establecer una buena armonía.

Sienten mayor protección y más amor

A propósito de los temores que pueden sentir los autistas, los caninos pueden aportar mayor protección y entregar dosis de amor que estas personas podrán sentir. Aunque pueda parecer insignificante para ellos si tiene una gran importancia y es ese efecto lo que lleva a que se puedan sentir bien con estas mascotas.

En pocas palabras, los perros pueden transmitir muchos sentimientos positivos, siendo esto fundamental para que el estado anímico de los autistas pueda ser el mejor posible y así puedan sentirse con las ganas y la voluntad necesaria para interactuar con otras personas y tener una mejor convivencia.

Los caninos son ideales para tratamientos terapéuticos

Como se mencionó anteriormente, se cuenta con varios estudios que explican detalladamente cómo los caninos pueden ser piezas fundamentales para tratamientos terapéuticos, especialmente en casos de personas con autismo.

Tomar en cuenta a los perros para este tipo de tratamientos ha sido esencial en los últimos tiempos y cada vez se puede notar los resultados tan maravillosos que deja y cómo la vida de estas personas puede llegar a cambiar de forma positiva, siendo este el objetivo principal que se persigue.

Controla la ansiedad y los sentimientos negativos

Una vez que un niño con autismo comienza a hacer contacto con los perros y se relaciona más con ellos, pueden tener una reducción importante de cortisol en su flujo sanguíneo, así la relajación puede llegar, al igual que un estado de paz que será bastante positivo.

Los sentimientos negativos también serán parte del pasado porque se podrá lograr una mejor concentración sobre las cosas que les haga sentir bien. La idea es que el niño pueda ir reconociendo lo que le gusta y lo que no, sin necesidad de que pase por grandes estados de ansiedad.