Todos deseamos que nuestro perro sea sano y feliz, por ello, debemos convertirnos en cuidadores dedicados pero especialmente informados. En materia de mascotas, es muy fácil dejarse llevar por modas y tendencias, que algunas veces nos alejan de nuestro propósito.

Uno de estos aspectos que se suelen descuidar, es el uso de las herramientas apropiadas para el paseo, hablamos por su puesto de su collar o arnés.

El paseo como momento especial

Para poder comprender mejor la importancia de elegir el implemento correcto para nuestro can, lo primero que debemos recordar es la importancia de los paseos. Así debemos tener muy claro, que ese momento en el que nuestro perro interactúa con el mundo exterior, olfatea, hace sus necesidades, se conecta con nuestros pasos y respira un poco de mayor libertad, debe ser un tiempo cómodo que pueda disfrutar.

De este modo, podrá obtener los beneficios tanto físicos como psíquicos del paseo. Pero, si llevamos al pobre animal con un collar o arnés de lo más incómodo, apretado o de un material irritante pues este tiempo se convertirá en una tortura. Agreguemos a todo esto la posibilidad de que nuestro perro no esté bien adiestrado para no tirar de la correa y que además sea una mascota de piso: el cóctel perfecto para detestar las salidas.

Por ello, para evitar el sufrimiento de amo y perro traemos toda la información que necesita para elegir lo más conveniente.

El Collar para perros

Sin lugar a dudas esta es la primera opción en la que todos pensamos, esto es natural, pues se trata del implemento más antiguo y conocido por todos. Ahora bien, que sea el más popular no quiere decir que sea el mejor.

En este punto, es oportuno tener en cuenta algunos aspectos importantísimos sobre la estructura corporal de nuestros queridos amigos de cuatro patas. Como es de esperar, nos referiremos a sus cuellos, por ser la zona primaria en contacto con el collar y el que sufrirá directamente el impacto de su uso. El cuello, es una parte contentiva de estructuras vitales como lo son venas, arterias y la tráquea, asimismo, se encuentran músculos y articulaciones relevantes.

Principales inconvenientes del collar

Teniendo en cuenta lo anterior, un uso inadecuado del collar pudiera causar daños físicos como contracturas, contusiones, pinzamientos en la médula, problemas tiroideos, entre otros. Estos problemas pudieran tener como consecuencia alteraciones en determinadas funciones, por ejemplo, en la coordinación de los movimientos y su sistema nervioso. En este orden de ideas un pinzamiento, puede provocar desde un intenso dolor hasta comprometer las funciones neurológicas del canino.

Por su parte, una extrema presión causada por un collar puede afectar la correcta circulación sanguínea. Entre los riesgos destacan, el aumento de la presión intraocular que pudiera derivar en un daño al nervio óptico. Adicionalmente, recordemos que la tráquea, la laringe y el esófago podrían verse afectados por una presión excesiva sobre ellas generando problemas respiratorios y atragantamientos.

Otro problema relacionado con el mal uso del collar es la afectación de la tiroides, pudiendo incidir negativamente en el metabolismo del perro.

Por todos estos problemas y muchos otros, el collar no se recomienda para aquellos animalitos que tienen la tendencia a halar de la correa. Pues, se evidencia que el jaloneo constante puede terminar desembocando en grandes problemas de salud para el can.

En cambio, si nuestro perro pasea sin tirones, no es un perro reactivo y camina a nuestro ritmo, el collar no significará problemas. Eso sí, debemos asegurarnos que el mismo sea cómodo de un grosor adecuado, sin adornos innecesarios y que respete tanto el tamaño como la fuerza del perro.

En tal sentido, son totalmente desaconsejados los collares de ahorcamiento o semi-ahorcamiento que se solían usar para adiestrar canes. El tipo de presión que ejercen estos collares es precisamente el que puede desencadenar todos los problemas antes señalados.

El Arnés

Conozcamos ahora la otra opción: el arnés. Lo primero que debemos mencionar, es que esta herramienta no es la gran solución para todos los males, pero sí es mucho más amigable para los perros, especialmente para aquellos que halan mucho de la correa. Esto es así, porque evita los principales daños físicos que detallamos antes. De esta forma, un arnés permite que la presión causada por los tirones del perro no se concentre en el cuello, distribuyéndose mejor en varias zonas.

Ahora bien, esto será posible en la medida en la que sepamos escoger el arnés correcto para cada perro. Por tanto, deberemos considerar el material de fabricación, el cual se recomienda sea suave, de manera que evite heridas en la piel del can por el roce continuo, particularmente en las axilas y el pecho. En este orden de ideas, este material debe ser transpirable para que nuestro peludo no se sienta sofocado y por último, la argolla que sostiene la correa debe ubicarse en la parte trasera, así la fuerza se distribuye por todo el cuerpo.

Otro asunto importante es que el arnés no debe ser demasiado aparatoso o pesado para nuestro amigo. La idea es que no se disminuya en exceso su libertad de movimiento.

Con estos datos podemos decir que, si elegimos bien el arnés para el tamaño de nuestro perro, consideramos que los materiales son cómodos, esta herramienta es aconsejable para todos los canes, aunque tiren de la correa durante los paseos. No obstante, para perros mini, puede ser un poco más complicado conseguir un arnés adecuado, por lo tanto, deberán evaluarse muy bien las alternativas y elegir la que menos daños le pueda causar.

Otros aspectos relevantes

Ya conocemos ambas herramientas; sin embargo, es importante hacer una primera tarea vital para que nuestro perro y nosotros disfrutemos de los paseos: la educación del can. Sí, el primer y más importante paso será adiestrar a nuestro amigo a paseas sin halar, de esta manera minimizaremos los riesgos de lesiones.

Por otra parte, independientemente de la elección, es nuestra responsabilidad optar por el collar o arnés que sea más cómodo y amigable para el perro. Así, entre más anchas sean las tiras (del collar o arnés) mejor se repartirá la presión. El accesorio debe evitar el estrangulamiento del cuello, axilas y pecho. Y entre más acolchados y de buena calidad sean el collar o arnés, mejor para la piel de nuestro peludo será.