Los que tenemos perros sabemos que el paseo es uno de sus momentos favoritos, e incluso nosotros hemos aprendido a apreciarlo. Este es el rato en que nuestra mascota se relaciona con el mundo exterior y aprovecha de hacer sus necesidades.
Pero esto no es todo, existen muchas ventajas para los caninos y sus paseadores. Así que hora de ponerle la correa al perro y a dar una vuelta.
¿Por qué pasear al perro?
No siempre estamos de ánimos para salir o simplemente el tiempo no nos da para ello, pero esto no son excusas para nuestro perro. Sin importar si vivimos en un piso o si tenemos un patio, para los perros independientemente de su raza, es una necesidad salir a la calle, al menos un par de veces al día.
La importancia de los paseos no solo se reduce a que los peludos hagan sus necesidades fuera de casa, sino que implica cubrir otros requerimientos tanto físicos como psíquicos. Para iniciar, todos los canes en mayor o menor medida necesitan realizar ejercicio físico y mental, esto se los proporciona los paseos diarios.
Durante los paseos les permitimos a los perros relacionarse con el exterior, por lo que podrán olfatear cosas nuevas, desconocidas, reconocer lugares, ejercitar su mente al estimularla con todo lo que su entorno le ofrece, pueden relacionarse con otros perros, al tiempo que ejercitan su cuerpo.
Por su parte, su paseador puede aprovechar de despejar su mente de las preocupaciones diarias y también aprovecha de mover su cuerpo un rato, evitando el sedentarismo.
Paseo de calidad
La mayoría de las veces nos centramos más en cuántos paseos damos al perro y de cuánto tiempo son, pero poco nos preguntamos si estas salidas son del disfrute y total beneficio del perro. En este sentido, es importante tener en cuenta algunas condiciones para que nuestros perros la pasen genial y puedan beneficiarse de sus paseos.
Lo primero que debemos verificar es que el perro salga de casa relajado. Si se encuentra sobrexcitado o nervioso no disfrutará del paseo, pues estará dando tirones o no querrá caminar.
Por otro lado, debemos dejarlos disfrutar su momento, muchas veces el paseo debe ser rápido porque nuestra agenda está apretada o nos levantamos tarde, pero el perro no es culpable de ello. Así que permitámosle explorar su entorno con libertad, dejándole olfatear tranquilamente. También es bueno dejarle socializar con otros animales, especialmente si ya son amigos de paseos de la cuadra.
Con el tiempo, es probable que nuestro amigo haya desarrollado preferencia por ciertos lugares, aprovechemos esto y llevémoslos a estos sitios.
Finalmente, cada etapa de la vida de nuestras mascotas tiene su ritmo. Por ello, es importante que adaptemos el paso y el tiempo a su edad y estado de salud. No los presionemos por ir más rápido si ya son ancianos o muy lento, incluso si son cachorros activos.
¿Cuántas veces paseo a mi perro y por cuánto tiempo?
Sobre este aspecto, lo primero que debemos tener claro es que no existe una norma general escrita. Cada raza, cada perro y cada dinámica familiar es diferente y en función de las características particulares podremos adaptar los paseos.
Lo que es importante, es darle prioridad al bienestar del perro brindándole suficientes paseos de calidad como sus necesidades lo demanden. Por todo esto, es que puede variar mucho la práctica de un dueño de perro a otro. Pero en líneas generales, se pueden dar algunas recomendaciones que pudieran ser orientativas.
Pasear cachorros
Si nuestra mascota es apenas un cachorro, lo primordial es que cuente con su calendario de vacunas completas para poderlo pasear. Lo último que queremos es que se nos enferme.
Una vez esté completamente vacunado, el cachorro podrá salir. Aquí entran varios factores, el primero la raza, existen unas muy activas y otras que se fatigan fácilmente. Sin embargo, en esta etapa la intención de los paseos es educar al cachorro a hacer sus necesidades fuera de casa y esto puede tomar algunos intentos diarios para fijar la idea.
Como consecuencia de lo anterior, lo recomendable es pasear al cachorro, por períodos breves, unas 3 ó 5 veces al día.
Paseos para un perro adulto
En esta etapa los paseos tienen otra finalidad, además de liberar sus necesidades fisiológicas, el perro puede esparcirse un rato y contactar con el exterior. Por lo cual, los paseos disminuirán en frecuencia pero deberá ser más largos. En este período lo ideal es acercarlos a un parque para que se ejercite, jugué e interactúe con otros perros.
Así, podemos hablar de 2 ó 3 paseos al día con una duración aproximada de entre 30 minutos o 1 hora. En todo caso, esto dependerá de cada perro y nuestra disponibilidad. Aunque no es recomendable sacarlo sólo una vez, esto puede generarle estrés y mucha incomodidad al tener que aguantar sus necesidades mucho tiempo.
Pasear a un perro senior
Cuando nuestro perro es un viejito, debemos tener algunos cuidados especiales. En este sentido, seguramente la cantidad de paseos seguirá igual, salvo que tenga alguna condición de salud que no le permita aguantar tanto tiempo sin hacer sus necesidades. No obstante, el tiempo puede ser menor, pues su edad lo hará cansarse. De todas maneras, es necesario mantenerlo activo por lo que no podemos dejar de pasearlo y llevarlo a ejercitarse aunque con menos intensidad. Asimismo, deberemos evitar abusar del tiempo cuando haga mucho calor, ya que se pueden ver más afectados que un perro joven.