Como dueños de perros, sabemos de primera mano que estos animalitos nos brindan alegrías y grandes aventuras. Así que imaginemos todo lo que pueden ofrecer al estar específicamente adiestrados para mejorar el estado de salud, tanto físico como mental de una persona.

En este sentido, cada vez son más populares las terapias en las que se implementan perros con resultados bastante beneficiosos. Conozcamos un poco más al respecto.

¿Qué es un perro de terapia?

Lo primero que debemos tener claro, es que en la mayoría de los casos los perros por sí solos son un gran beneficio para nosotros. Pues según indican los estudios, al ver un can, en nuestro cuerpo se activa la hormona del placer -la oxitocina-, al tiempo que se incrementa la endorfina. Con estos cambios químicos en nuestro sistema, el cortisol en sangre, es decir, el indicador de estrés, así como el ritmo cardiaco y la presión arterial disminuyen significativamente.

Estos, son buenos indicios de los resultados que se podrían obtener con la asistencia de perros en procesos terapéuticos.

Ahora bien, se debe entender como perro de terapia a aquellos que han sido previamente adiestrados y que forman parte de un equipo de profesionales de la salud y la educación. La finalidad de su adiestramiento, es servir de ayuda para mejorar la socialización, los niveles de actividad física y mental de los pacientes.

Características más destacadas de los perros de terapia

Dicho lo anterior, resulta necesario indicar que para que los perros sean de verdadera ayuda en una terapia deben reunir características muy específicas, veamos las más elementales:

Tener un carácter equilibrado

Este aspecto es fundamental, ya que, en muchas oportunidades, tendrán que interactuar con pacientes imprevisibles debido a sus trastornos o situaciones particulares. Por tanto, el can debe poder responder de manera adecuada.

Fiables y dóciles

Esto se refiere a que ante una determinada situación, se pueda tener una alta probabilidad de que responda como previamente lo ha hecho en escenarios similares y que sea dócil para seguir el adiestramiento.

Sociables

Un perro de terapia, debe poder disfrutar del contacto humano. Como consecuencia, no pueden ser temerosos o agresivos con otros perros ni con humanos.

Sanos

Es fundamental, que se trate de perros en perfecto estado de salud, por lo que han de tener sus vacunas al día y mantener un estricto control veterinario.

¿Qué tipos de terapias con perros existen?

Las terapias asistidas con perros pueden extenderse a cuatro grandes áreas específicas de aplicación, según sea la finalidad de la misma. De esta manera, el abanico de opciones en las que este tipo de terapias serán altamente recomendadas es bastante amplio.

En las más destacades podemos mencionar:

Terapias Físicas

En este tipo de intervención, el objetivo es que el can pueda estimular al paciente a realizar ejercicios, mediante los cuales sea necesario moverse, levantarse, caminar o correr. Como bien sabemos, los perros son especialistas en activarnos y estas tareas no son nada complicadas de cumplir para ellos. La intención final, es que el paciente logre recuperar la movilidad. 

Terapias Cognitivas

Se trata de aquellos casos, en los que se busca recuperar o afianzar la memoria de la persona. Pues al traerle un perro, y luego realizarle preguntas sobre la raza, el color o tamaño del canino, se estimulará esta función.

Terapias Emocionales

Suelen ser las más comunes, dado que los perros transmiten confianza al ser seres que no juzgan, las personas se sienten más cómodas para abordar sus emociones y sentimientos. Con esto, se convierten en el medio que ayuda a los pacientes a recordar, reconocer y tratar vivencias trascendentales en sus vidas.

Terapias Relacionales

Este tipo de terapias van enfocadas a motivar o desarrollar las capacidades sociales del paciente y su relación con el entorno. Con un perro a su lado, estas personas se sienten más confiadas y seguras, especialmente en lugares desconocidos o con extraños.

Como ejemplo de terapias con perros exitosas de este tipo, tenemos las implementadas con niños del espectro autista o aquellos con problemas de atención. El contacto físico con un perro, ha repercutido en avances importantes en la socialización de estos pequeños.

Beneficios de la terapia con perros

Además del vinculo afectivo que se genera entre humanos y canes, los beneficios van mucho más allá de lo meramente emocional. Veamos cada aspecto en los que este beneficio se manifiesta.

Nivel Psicológico

A nivel psicológico, podemos enumerar como beneficios de las terapias con perros que, ayudan a mejorar el estado de ánimo, combaten la depresión, disminuyen la ansiedad, el estrés y la sensación de soledad. No es un secreto que al ver un perro e interactuar con él, nos deja una sonrisa por un buen tiempo, dejando de lado todas estas sensaciones desagradables.

Niños y problemas de atención

Por otro lado, en la terapia con niños con déficit de atención e hiperactividad, les ayuda a mejorar la atención. Pues los perros saben muy bien como ser el centro de todas las miradas.

Asimismo, los perritos, con su sola presencia, invitan al contacto social y físico. También permiten la creación de vínculos positivos con el paciente y promueven la autoestima y auto aceptación.

Salud física

En cuanto a la salud física, no son pocas las bondades que nos ofrecen estos maravillosos seres en una terapia asistida. Así, encontramos que ayudan al fortalecimiento de los músculos, las destrezas motrices, permiten mejorar la coordinación y la fuerza muscular. Todo ello, por la realización de actos tan sencillos como acariciarlos, peinarlos o dar una vuelta.

En la educación también se manifiestan beneficios

A nivel educativo, han sido implementadas recientemente estas terapias directamente en escuelas, con resultados más que satisfactorios. Se ha demostrado que, con la intervención de estos peludos se han producido mejoras en las habilidades sociales, tales como empatía, respeto y entendimiento. Del mismo modo, potencian la colaboración y el trabajo en equipo.