La felicidad viene en cuatro patas, así como lo leen. Para los propietarios de perros esto no es una gran revelación, ya que saben por experiencia la felicidad que estos animales traen a nuestras vidas.
A pesar de ello, aún hay muchas personas en el mundo que no saben esta hermosa realidad y hoy les informaremos por qué tener un perro en casa nos hace más felices.
Lo dice la ciencia: un perro en casa significa felicidad
Es probable que a los amantes de los animales no nos crean cuando decimos que nuestras mascotas nos hacen felices, así que mejor que lo diga la ciencia. Muchos estudios científicos llevados a cabo por prestigiosas universidades, han revelado que nuestro estado de ánimo mejora significativamente al interactuar con nuestros perros.
Tan es así, que nuestra salud física se ve directamente beneficiada por la presencia de estos peludos en el hogar y esto es extensivo a todos los miembros de la familia.
Nuestro peludo terapeuta personal
No estamos haciendo nada extraño, hablar con nuestro perro resulta ser bastante beneficioso. En tal sentido, nadie puede escapar de días duros, pesados, complicados y algo angustiantes, ante esto, qué mejor forma de liberar tantas tensiones que charlando con un ser dispuesto a escucharnos sin juzgar. Así, la próxima vez que nuestro día no termine de lo mejor, probemos contándole un poco a nuestro perro, es muy seguro que después nos sentiremos más ligeros.
De hecho, más del 95% de los dueños de mascotas indican que sus compañeros caninos los hacen reír como mínimo una vez al día. En otras palabras, es muy probable que antes de que lleguemos si quiera a sentir ganas de llorar, nuestro perro nos haya sacado primero una sonrisa.
Como un beneficio adicional a esta sana práctica, encontramos que, al compartir algunas palabras amables con nuestro perro, se estrechan nuestros vínculos.
Nos ayudan en nuestras relaciones sociales
Según estos interesantes estudios, también se ha logrado demostrar que los dueños de perros son más extrovertidos. Y no podía ser de otro modo, estos hermosos cuadrúpedos invitan a otros a acercarse para acariciarlos, preguntar su nombre o jugar un poco con ellos, y de esta manera nos hacen conocer nuevas personas. También nos permite conocer a otros dueños de mascotas, generando así una red de apoyo canino.
Nos ayudan a liberar endorfinas
El simple hecho de pensar en nuestra mascota nos hace un poco más felices, no lo decimos nosotros, lo dice la ciencia. Así que si estamos teniendo un día complicado, visualicemos a nuestro perrito y de manera inmediata nuestro cuerpo estará produciendo endorfinas.
Estos neurotransmisores son los que nos hacen sentir bienestar. Y, si con sólo un pensamiento perruno nuestro estado de ánimo mejora un montón, imaginemos todo el bienestar que podemos experimentar después de una sesión de juegos o un placentero paseo con nuestro can.
En este sentido, no sólo nos sentiremos bien sino que además podremos mantener un buen ánimo o humor por un buen rato. Todo esto nos facilitará enfocar la vida desde una perspectiva positiva, lo cual los hace excelentes para combatir el estrés, la depresión o la ansiedad.
La salud de nuestro cuerpo es mejor con perros
Mente sana en cuerpo sano, como si estar de buenas pulgas no fuese suficiente, nuestra salud general también se verá beneficiada. Pues como muchos de nosotros sabemos, es imposible evitar la hora del paseo de nuestro perro, si se nos olvida ellos se encargan de recordárnoslo.
Esta necesaria rutina, no sólo le permitirá a nuestro amigo a conectarse con el mundo fuera de casa, hacer sus necesidades y mantenerse en forma, sino que nos sacará del sedentarismo.
Tal vez no sea un trabajo de cardio intenso en el gimnasio, pero créannos cuando les decimos que nuestro cuerpo y especialmente el sistema cardiovascular nos lo agradecerá. Por ello, algunas investigaciones han concluido que los dueños de perros, vamos menos al médico, porque nos enfermamos menos, al menos nuestra presión arterial y colesterol, estarán bajo control.
Todo empieza por nuestra salud mental y esa buena dosis de endorfinas para culminar con unos buenos paseos que nos ponen en movimiento, el resto, es sólo disfrutar de nuestro carismático perro.
La mejor compañía
Si algo es seguro, es que nuestros canes no nos dejarán sentirnos solos jamás. Nos seguirán a cualquier parte de la casa a la que nos movamos, se sentarán a nuestro lado mientras miramos la TV, en espera de que acariciemos su cabeza, lomo o panza y cuando volvamos a casa enloquecerán de felicidad dándonos las más enérgicas de las bienvenidas, sin importar cuánto tiempo nos ausentemos.
Con estos sencillos gestos, nos hacen sentir queridos y sólo nos queda retribuirles todo ese amor que manifiestan. Así que si viven o se sienten solos, un perro es el mejor remedio.
Nos enseñan a disfrutar del momento y cosas sencillas
Al compartir nuestra vida con un perro, podremos verle ser feliz con tan poco y disfrutar un mundo. Una pelota, un rato en la playa o hasta simple caja de cartón puede convertirse en el juguete y el momento será inolvidable, pues tanto amo como perro compartirán agradables momentos juntos.
Ayudan a desarrollar sensibilidad
Al cuidar de un perro, podremos desarrollar una particular empatía por seres que dependen de nuestra atención. Esta será una lección que no hará mejores seres humanos y que jamás olvidaremos.
Desarrollan nuestro sentido de la responsabilidad
Y si fallamos en darle una vida digna y feliz, hemos fallado como tenedores responsables. Al momento de traer un perro a nuestras vidas y a nuestra casa, debemos estar muy conscientes de que se trata de una gran responsabilidad. Un perro requiere comida, atención, juegos, cuidados veterinarios, adiestramiento y mucho más. Ellos por su parte, nos darán todo su amor y fidelidad sin dudarlo, así que todos ganamos.
Todos estos beneficios ya debieron convencerlos, los perros son excelentes compañeros de vida, ya no lo piensen más y hagan a uno parte de su familia.