Uno de los principales trabajos que han desempeñado los canes desde que nos acompañan, ha sido el pastoreo. Esto, porque reúnen y guían el rebaño además de protegerlo de grandes depredadores. Sin embargo, los avances tecnológicos y la expansión de la ganadería intensiva, desplazaron a los perros en estas labores.
Ahora bien, el resurgimiento de la ganadería extensiva podría traer de vuelta a un excelente perro pastor a la palestra, nos referimos al Mastín Español.
¿Qué es la ganadería extensiva?
Para poder adentrarnos a la importancia que tiene el mastín en la ganadería extensiva, lo primero que debemos tener claro es de qué se trata esta actividad. Así pues, podemos decir que la ganadería extensiva es la que se desarrolla en terrenos de gran extensión, con la finalidad de criar animales, para la obtención de un beneficio económico por la comercialización de la carne o productos derivados, como por ejemplo los lácteos.
Este tipo de ganadería pretende imitar el ambiente natural en el que viviría la especie. De esta manera, el desarrollo de los animales se da de la forma más natural posible. Con esto, los animales se movilizan con mayor libertad a diferencia de lo que ocurre en la ganadería intensiva.
En este orden de ideas, se encuentran entre las ventajas de la ganadería extensiva una menor erosión del suelo, menor requerimiento de recursos, mano de obra y materiales por hectárea.
Por su parte, los expertos señalan que este tipo de ganadería puede generar productos de mayor calidad. Al tiempo que los animales obtienen un trato más ético.
Los perros de pastoreo y sus habilidades
Ahora que ya sabemos de qué se trata esta actividad, podremos apreciar mejor las ventajas que representa la tenencia de un Mastín en estos terrenos. Lo primero que podemos decir sobre los perros de pastoreo es que han sido utilizados desde tiempos muy remotos. De manera pues que nuestros ancestros tenían muy claro que la ayuda de estos caninos trabajadores venía de maravilla.
Como consecuencia de lo anterior, se han entrenado perros pastores siempre en función de las necesidades de la granja. En tal sentido, un perro pastor era adiestrado para recoger el ganado del pasto o mover el rebaño de un espacio a otro.
Asimismo, estos canes son perfectamente capaces de localizar y dirigir aquellos animales que se han separado de la manada, o que han sufrido algún percance o han enfermado. Todas estas increíbles habilidades desarrolladas por el vínculo que se crea entre el rebaño y el perro durante su entrenamiento.
Evidentemente, esta costumbre cayó en desuso con la implementación de pastores eléctricos, los cierres permanentes y el auge de la ganadería intensiva. Sin embargo, esto no quiere decir que los perros pastores dejaran de criarse; por el contrario, consiguieron una diversificación de sus labores a las cuales se les agregó su habilidad como perros guardianes.
El Mastín como gran aliado de la ganadería extensiva
Dicho lo anterior, resulta oportuno señalar que la ganadería extensiva presenta algunos retos a los cuales se debe hacer frente, siendo el Mastín de gran ayuda. El primer reto que debe enfrentar este tipo de ganadería, es que abarca mucho terreno, en consecuencia, contar con un perro que sirva de guía al rebaño representa una gran ventaja.
Adicionalmente, siempre existirá la presencia de grandes depredadores, tales como lobos y osos, lo que por supuesto representa un factor de riesgo en la estabilidad de las ganaderías extensivas. Con la presencia de mastines, los ataques de estos animales disminuyen considerablemente, especialmente ahora que el lobo ibérico ha retornado con fuerza a su hábitat.
Características de un Mastín
Este perro resulta ser excepcional cuando de la defensa de los rebaños se trata, sobre todo si los ataques provienen de osos, lobos, zorros o similares. Parte de su gran éxito en estas tareas es que es una raza muy independiente, por lo que no es apegado a la presencia constante de sus dueños.
De igual forma, con un buen proceso de socialización desde cachorro con el rebaño, es capaz de convivir fielmente junto a él. Es por ello que, no lo abandona nunca, a todo esto, agreguemos su imponente tamaño que dará resistencia y presencia, pues fácilmente pueden alcanzar una alzada en la cruz mínima de 77 cm para los machos y 72 cm par las hembras.
Otra característica que hace los mastines perfectos para la ganadería extensiva, es que son perros con un carácter equilibrado, obediente y dócil. Por lo tanto, pueden estar libres en el campo sin tener inconveniente de ataques a personas sin razón para ello. En otras palabras, entramos frente a una raza que no es agresiva.
En cuanto a su salud, se puede afirmar en términos generales que son bastante sanos. No obstante, pudieran destacar las enfermedades relacionadas con el sistema óseo. En razón de esto, se debe prestar especial atención al padecimiento de displasia de cadera, a la que podría ser propensa la raza por ser de tamaño grande, pero la buena noticia es que es muy rara la ocasión en la que esta enfermedad se torna invalidante.
Adiestramiento de un Mastín
Como ya lo hemos señalado, es fundamental una correcta socialización del cachorro de mastín con el rebaño que cuidará. Para lograr esto, se puede iniciar su adiestramiento una vez el cachorro cuente con dos meses de vida.
Es de destacar que los expertos señalan como idóneo que se destinen mínimo 2 perros mastines que sean pareja (o sea, hembra y macho), de esta forma, no abandonarán el rebaño en busca de hembras o por el celo.
Definitivamente, es una raza de trabajo que dará el 100% de sí para proteger a todos los miembros del rebaño de la amenazas de osos y lobos. Con el agregado de que el Mastín en muy raras ocasiones intentará matar a estos depredadores, generándose así un equilibrio entre la ganadería y la fauna silvestre.