Es probable que el término Listeriosis ahora nos parezca familiar, especialmente porque en el verano de 2019, hubo un brote importante de esta enfermedad en España por la comercialización de carne contaminada.
Ante este escenario, resulta importante tener presente los riesgos existentes para nosotros y nuestras queridas mascotas ante el consumo de alimentos contaminados.
¿Qué es la Listeriosis?
Iniciemos conociendo de cerca a este enemigo que nos puede venir oculto en nuestros alimentos. De este modo, encontramos que la listeriosis es una infección grave que tiene su causa en alimentos contaminados por la bacteria Listeria monocytogenes. Es de destacar que esta bacteria puede hallarse en animales, suelos, fuentes de agua, leche y sus derivados.
Esta infección implica, para la mayoría de los casos, una enfermedad gastrointestinal que puede variar en gravedad. Sin embargo, también puede derivar en una septicemia, es decir, una infección en la sangre o en una meningitis bacteriana, que es una inflamación de las membranas que envuelven el cerebro.
Las consecuencias de la listeriosis van desde malestares intestinales, como diarreas o vómitos, hasta el cansancio y erupciones cutáneas. Vale señalar que entre la población más vulnerable a esta enfermedad tenemos a las personas mayores, o sea quienes sean mayores de 65 años, así como, aquellas personas con sistema inmunitario debilitado, fetos en desarrollo, recién nacidos y mujeres embarazadas, la sintomatología puede variar mucho.
En tal sentido, además de los síntomas antes indicados pudieran presentarse: letargo, dificultad respiratoria e inapetencia cuando de bebés se trata. Mientras que en mujeres embarazada, puede presentarse confusión, fiebres o escalofríos, dolor de cabeza y abortos espontáneos.
La listeriosis en nuestras mascotas
Hasta ese momento en 2019, muchos no éramos conscientes de que nuestras mascotas podían verse afectadas con esta enfermedad. Tal era el nivel de desinformación, que muchas personas, en lugar de desechar los alimentos contaminados, se los ofrecieron a sus mascotas. Para nuestra sorpresa, esta enfermedad también resultó ser peligrosa para perros, gatos y muchas especies animales más.
En el caso de mascotas domésticas, particularmente los perros y gatos, la listeriosis puede provocar vómitos continuos, cansancio o falta de energía, reacciones en la piel y cambio brusco en su carácter.
Sobre este particular es importante destacar que, tanto personas como mascotas pueden llegar a presentar síntomas días después de haberse expuesto a la bacteria, incluso hasta 2 meses después. Por este motivo, muchas veces la aparición de los síntomas no se relaciona con una comida de tanta data y se le suele relacionar con un alimento ingerido el mismo día o el anterior. Este dato es relevante tenerlo en cuenta, a la hora de descifrar la fuente de la contaminación.
Pero no es sólo que nuestro canino sufrirá síntomas de la enfermedad, sino que además podrían convertirse en reservorios de la infección, pues la bacteria se hospeda en ellos y se propaga a través de sus deposiciones. De esta forma, además de enfermar a nuestro animalito, se estaría favoreciendo la propagación de la Listeria monocytogenes, al darse la contaminación de su entorno.
Así pues, estaríamos comprometiendo la salud y vida de la mascota, la nuestra y la de la familia, especialmente a aquellas personas vulnerables que la integran.
Medidas preventivas para evitar que nuestra mascota contraiga listeriosis
Como lo señalan los expertos la mejor medicina es la prevención. Por ello, hemos tomado nota de algunos consejos para evitar la presencia de esta terrible bacteria en la vida de nuestras mascotas y, por supuesto, en nuestro hogar.
Como la principal fuente de contaminación es la comida, los especialistas en tratamientos contra esta infección nos recomiendan cocinar la comida muy bien, preferiblemente a altas temperaturas que superen los 70º C. Con este método, nos aseguramos de matar la posible bacteria en los alimentos. Aunque, en realidad lo primero que demos hacer, es tomar todas las medidas necesarias para adquirir alimentos de calidad, donde existan rigurosos controles de higiene para minimizar los riesgos de comprar comida en mal estado.
Por otro lado, recordemos que la listeriosis en mascotas puede ser adquirida por el consumo de un alimento contaminado, pero también al entrar en contacto directo con la bacteria. El riesgo en este último caso, sería difícil de detectar a simple vista, para evitarlo, sólo podemos impedir que nuestro can se acerque a heces de otros animales durante sus paseos.
Asimismo, en lo que respecta a nuestro cuidado como dueños, los expertos nos invitan a lavarnos muy bien las manos, de preferencia con jabones estériles, después de haber interactuado con algún animal. Sí, los amamos, pero debemos tener muy presente que las mascotas pueden incubar esta bacteria con mayor facilidad.
¿Qué hacer si mi perro o gato enferma de listeriosis?
Lamentablemente, en más de una oportunidad tendremos que aprender que por muchas medidas preventivas que se tomen, algunas cosas son inevitables. Si sospechamos que nuestro querido amigo está contaminado con la bacteria de listeria, no podemos perder tiempo, debemos correr con el veterinario, tan pronto como sea posible. Este especialista, se encargará de darle el mejor tratamiento a nuestro canino, de acuerdo a su condición. Al mismo tiempo, nos indicará las precauciones que deberemos seguir para evitar que la enfermedad se propague.
En cuanto al tratamiento que le recetarán a nuestro perro o gato, tenemos que el más común es el suministro de antibióticos. Para su total éxito, se deberán seguir al pie de la letra las indicaciones de los profesionales, así tanto nuestra mascota como nuestra familia y nosotros mismos estaremos bien y se tratará de sólo un susto.