Uno de los procesos postoperatorios en mascotas que requiere más paciencia por parte de sus cuidadores es el de proteger los puntos de suturas.

La demanda de atención se debe a que los perros, por instinto defensivo, tratarán de lamerlos y quitarlos, dejando expuesta la herida o incisión quirúrgica. No obstante, existen recomendaciones prácticas para que sanen adecuadamente bajo tu vigilancia.

Planifica la cirugía cuando puedas estar en casa

Si no se trata de una emergencia, procura programar la intervención canina cuando estés seguro de poder darle los cuidados y hacerle el seguimiento que amerita en casa.

En primer lugar, debes saber que una herida puede demorar entre 8 y 15 días para sanar completamente. Por lo tanto, prevé tener a la mano todas las medicinas y demás materiales indicados por el médico veterinario.

Comodidad y aseo en el lugar de descanso del perro.

Una vez que regresen a casa, es importante que el lugar de reposo del perro sea confortable, fresco y sobre todo que esté muy limpio.

Toma en cuenta que probablemente estará adolorido y tendrá poco equilibrio si ha sido anestesiado. Para evitar que tropiece y lastime la herida necesitará una cama suave, con mantas de algodón o paños, las cuales deben ser cambiadas a diario.

Además, evita que suba o baje escaleras; asimismo, bríndale un área que tenga fácil acceso para alimentarse, hidratarse y hacer sus necesidades.

Limpieza de la herida

Las heridas con suturas generalmente sanan sin necesidad de colocar ungüentos, cremas o soluciones tópicas; es fundamental que se mantenga seca.

Para ello asegúrate de tener claras las instrucciones indicadas por el médico veterinario antes de salir del consultorio, así como su número telefónico para aclarar cualquier inquietud.

Además, no bañes al perro durante su proceso de recuperación. La humedad puede ablandar la piel, crear bacterias y retrasar la cicatrización.

Observación continua de las suturas

Durante el período de curación es importante identificar qué aspectos son normales en la herida y cuáles pueden indicar signos de una posible infección.

Lo correcto es que los extremos de piel se mantengan unidos entre sí y luzca limpia; puede haber inflamación o enrojecimiento leve alrededor de las suturas y no necesariamente sea una señal de alarma, pero no debe supurar ningún tipo de fluido corporal espeso, con mal olor ni mucho menos pus.

Si observas este tipo de reacción comunícate inmediatamente con el veterinario.

Collar Isabelino

Este equipo protector es ideal para impedir que tu mascota muerda o lama los puntos; y aunque al principio al perro le resulte incómodo, la clave es disciplinarlo desde el primer día, así pronto te darás cuenta que se adaptará sin problemas.

Es aconsejable que el canino lleve el collar durante todo el proceso de curación, de lo contrario resultará más difícil que se vuelva a adaptar cada vez que vuelvas a colocárselo.

Reduce la actividad física de tu perro

Aunque ya haya recuperado su energía y se muestre activo, será mejor limitar durante su reposo los juegos bruscos, los saltos o correr tras la pelota. Este tipo de recreación puede ocasionar estiramiento de la piel en la zona afectada, inflamación, dolor o incomodidad.

Si te resulta imposible mantenerlo relajado, recurre a amarrarlo con correa o meterlo en una jaula.

A su vez, no lo dejes ingresar en áreas pantanosas. De igual manera, si se encuentra al aire libre cubre la herida intervenida con una bolsa plástica y retírala al regresar a casa.

No permitas que rasque su herida

Es probable que cuando comience a cicatrizar la herida le cause picazón al perro; no obstante, si la rasca no solo puede romper las suturas y abrir la herida, sino también infectarlas, pues las uñas son un foco de bacterias y suciedad.

Para prevenir que lastime la herida, puedes cubrir ligeramente la herida con gasas o vendas o incluso colocarle botas para perros.

Dependiendo de la zona del cuerpo en donde el perro tenga la herida, también puede resultar útil ponerle una camiseta de algodón que no le ajuste demasiado.

Suturas absorbibles

Son una buena opción para no incomodar a tu perro a la hora de volver al veterinario a retirar los puntos, ya que este tipo de suturas son absorbidas por el organismo al cicatrizar.

Solicita información al veterinario si es conveniente y si las recomienda.

Evita el estrés en tu mascota

Procura que el perro esté en un ambiente tranquilo, con poco ruido y sin el paso de gente que lo pueda estresar. Para que su recuperación sea progresiva, necesitarás evitar el estrés postquirurgico, ya que éste puede bajar sus defensas rápidamente.

Por último, presta mucha atención al estado anímico de tu perro, observa su apetito, puede ocurrir que al principio no desee ingerir ningún alimento a causa del dolor, pero si continúa así podría debilitarse o estar presentando un cuadro de fiebre que debes atender de inmediato con las instrucciones indicadas por el veterinario.