Llega el momento de planificar nuestras próximas vacaciones, deseamos la inmensidad del mar y el calor del sol, por lo que decidimos reservar un crucero. A este viaje esperamos que nos acompañe nuestro fiel amigo, nuestro perro, que no puede perderse esta aventura. Pero ¿puede un perro viajar en barco?, ¿todas las compañías navieras los aceptan? ¿Qué cuidados debemos tener?
A continuación, responderemos éstas y otras interrogantes sobre viajar con perros en un barco.
Lo primero que debemos saber para viajar en barco con perros
Si hablamos en un sentido estrictamente legal, no existe una normativa que regule los viajes de perros en barcos. Es por ello que cada compañía que ofrece el servicio de transporte decide qué políticas seguir. Es así que, nos encontramos que la gran mayoría de las navieras no aceptan mascotas, y si las aceptan su estadía puede llegar a ser incómoda. Esto se debe a que siguen medidas muy exigentes de limpieza e higiene para evitar enfermar a los pasajeros.
Tranquilos, no todo está perdido, sabemos que bajo ciertas condiciones existen algunas empresas que aceptarán a nuestro perro. Es exactamente aquí donde comienza nuestro trabajo como dueños de mascotas. En este sentido, deberemos averiguar cuáles son las compañías navieras dispuestas a permitirlas en le trayecto.
En segundo lugar, deberemos preguntar cuáles son las condiciones que debemos cumplir para que acepten a nuestro perro. Como ya señalamos, cada empresa establece sus políticas, así traemos el siguiente listado de requisitos que seguramente nos serán exigidos sea cual sea la compañía que elijamos para nuestro viaje en barco.
Condiciones para viajar en barco con perros
Por lo general se requiere que la mascota cuente con chip de identificación, así como, que se encuentre al día con sus vacunas, especialmente contra la rabia y esté desparasitado.
Por otra parte, debemos recordar que la seguridad de los pasajeros y de los propios animales es la prioridad de la naviera, en razón de esto, si una compañía permite el desplazamiento de perro en el barco el uso de correas y bozal es obligatorio, en caso de que sean perros de talla mediana a grande, mientras que si se trata de perros pequeños se deberá usar transportín.
La mayoría de las navieras no permiten perros en los camarotes. Para ellos, disponen de jaulas o transportines ubicadas bajo cubierta, asegurándose que sea un lugar fresco, seco y a la sombra. Sin embargo, cuando de barcos rápidos se trata se habilita una zona para mascotas, aquí están permitidos perros pequeños que no superen los 6 kg de peso y que viajen en transportín cerca del propietario.
En aquellos casos, en los que sí se permitan perros en los camarotes, es importante reservar con tiempo. Pues resulta que, los camarotes diseñados con un tipo de suelo particular y sometidos a un tipo de higienización especial para recibir mascotas, son muy pocos.
Las grandes excepciones de los viajes de perros en barcos
Toda regla tiene sus excepciones, de todo lo antes señalado quedan exentos los perros guías. La razón principal es que éstos no son considerados mascotas, sino que están en labores de asistencia.
Ahora bien, este tipo de acompañantes deben permanecer junto a la persona que asisten por tanto puede acompañarla en el barco, eso sí, siempre deberán tener bozal. Asimismo, la compañía no cobrará cargo extra por viajar con estos animalitos guías. No obstante, por los perros de compañía seguramente nos cobrarán un ticket.
En cuanto a excepciones se refiere, también es necesario destacar que no todas las navieras dejarán a nuestras mascotas encerradas sin mayores atenciones. Por ejemplo, la empresa Cunard Line, en su Queen Mary 2 , para los viajes transatlánticos acepta mascotas pero de una manera bastante especial.
En primer lugar, para tranquilidad de todos los dueños de canes, tienen a bordo a un maestro perrero quien se hará cargo de las mascotas en todo momento. Este servicio incluye, sus horas de paseo por zonas habilitadas para ello en el barco, aisladas del resto de los pasajeros y áreas comunes.
Asimismo, velará por el cumplimiento de los horarios de comida, limpieza y cepillado. Como un extra bastante coqueto, en las noches hornean unas galletas especiales sólo para los canes.
El boleto incluye un kit de bienvenida que consta de un chaleco, un disco volador para jugar, una etiqueta con su nombre y un certificado del viaje por el Atlántico y una tarjeta personalizada del crucero. No obstante, hay unas razas que no se aceptan abordo por su tamaño, uno de ellos es el San Bernardo.
Cuidados para que nuestro perro viaje en barco a gusto
Estando ya seguros de que la naviera recibirá a nuestro can y las condiciones en las que lo hará, es de suma importancia que nos cercioremos que se encuentra en óptimas condiciones para el viaje.
Así las cosas, será recomendable que nuestro peludo se familiarice con el mar, en caso contrario, podría ponerse nervioso en el viaje. También sería de ayuda, a modo de precaución, que el can sepa nadar.
No debemos olvidar visitar al veterinario antes de cualquier viaje. Él nos indicará si nuestro perro se encuentra saludable y en condiciones de soportar un viaje en el mar. Del mismo modo, nos indicará el mejor medicamento si nuestro perrito llegase a presentar mareo o para mantenerlo tranquilo en caso de ansiedad.
Si todo va bien y ya estamos listos para abordar, debemos darle un buen y largo paseo a nuestro amigo justo antes de este momento. Con esta rutina, no solo podrá hacer sus necesidades antes de subir al barco, sino que además le ayudará a relajarse y, en caso de ser un perro muy activo, lo agotará. De esta manera durante el viaje descansará y dormirá.
Aunado a lo anterior, se aconseja que el perro esté en ayunas al embarcar, para minimizar los mareos y vómitos o al menos coma una cantidad menor a la acostumbrada. Sin embargo, siempre deberemos estar muy vigilantes de que se encuentre bien hidratado durante el tiempo en el barco.