Parte del cuidado que requieren nuestros perros está relacionado con su higiene. Por ello, nos dedicamos a cepillarles el pelo, cortarles las uñas y limpiar sus orejas. Pero, al momento de bañarlos, muchos dudamos de la frecuencia con la que debemos hacerlo, para no causarles problemas de salud.

Acompáñennos a descubrir cuál es la mejor rutina de baños para nuestro can y los cuidados que debemos tener en cuenta.

Mitos sobre el baño de los perros

Lo primero que debemos hacer es derrumbar mitos. Sí, y es que este tema se ha rodeado de medias verdades que sólo llenan de incertidumbres a los dueños de perros sin necesidad.

Eliminación de protección natural

Primer mito, un baño le hará perder los aceites naturales y alterará el ph de su piel. Pues bien, aquí les informamos que esto no es así, o por lo menos no en su totalidad.

La verdad es que al momento de bañarlos, efectivamente perderán los aceites del cuerpo y, dependiendo de los productos que se usen, cambiará el ph de la piel. Pero lo recuperarán sin problema a los pocos días. Por lo que esta pérdida sólo será dañina, en la medida en la que los baños sean excesivos o nunca ocurran, generando un desbalance.

El baño y la otitis

Otro mito muy arraigado es que con el baño le entrará agua a los oídos al perro y le causará otitis. Ciertamente, si con frecuencia esto sucede, el perrito sufrirá tarde o temprano de alguna infección en sus oídos. Pero, se puede evitar teniendo cuidado a la hora de mojarlo, por lo que la otitis no es una consecuencia segura de los baños.

Olores y la socialización

Uno de los reyes de los mitos es que el olor del champú hará que otros perros no lo reconozcan y rechacen. Podemos jurarles que, el olfato de los perros es muy desarrollado, por lo que no tendrán ningún problema en rastrear el olor de perro debajo del aroma del champú.

No obstante, se recomienda no usar olores muy fuertes por cuestiones de alergias, pero sólo por eso. Por lo tanto, estos aromas de perfumes o champús no traerán problemas de socialización.

¿Con qué frecuencia bañar a mi perro?

De forma general, sin tomar en cuenta algunos factores de los que más adelante hablaremos, lo ideal sería bañar a nuestros perros máximo una vez al mes y mínimo una vez cada tres meses. Es importante que un can no pase más de tres meses sin bañarse. Con estos lapsos, nos aseguramos que su grasa natural, que le brinda protección, no se afecte manteniéndolo alejado de agresiones externas.

Es necesario señalar que estos tiempos son una medida genérica, pero deben tomarse en consideración algunos factores que pueden hacer que esta frecuencia aumente o disminuya. Además, cada perro tiene sus particularidades, por lo que será el veterinario nuestro mejor aliado para ajustar el calendario de duchas de nuestro canino.

Algunos de estos factores a tener en cuenta son:

Estilo de vida

Si nuestro perro es sedentario, vive en la ciudad, sólo pasea por calles o parques generalmente limpios y no tiene mayor contacto con otros animales, se mantendrá limpio por más tiempo.

Si por el contrario, vivimos en el campo o donde existen grandes extensiones de tierra, nuestro perro nos acompaña a excursiones, tiene contacto con otros perros, es muy seguro que requiera de baños más seguido. Esto no sólo por los olores que puede traer consigo, sino por los parásitos que puede encontrarse en el camino.

Longitud del pelaje

Tal como indica el sentido común, un pelaje largo y denso se ensuciará más fácil que uno corto. Por lo que el primero requerirá de baños más frecuentes.

Afecciones de la piel

Algún padecimiento de tipo cutáneo, harán necesarios que el tratamiento se aplique mediante baños, por lo que serán más recurrente según prescripción del veterinario.

Edad del perro

Así como ocurre con la comida, habrá otros cuidados incluido el baño, que deberá ajustarse a la edad del can. De esta manera, un cachorro no se deberá bañar con la misma frecuencia o con los mismos productos que un joven adulto o un perrito senior.

En el caso particular de los cachorros, es muy importante que al momento de su primer baño, cuente con todas sus primeras vacunas y hayan pasado unos días desde la última.

Cuidados a tener en cuenta al momento del baño

Como ya se mencionara, el tipo de pelo del can podría influir en cada cuanto lo bañemos. Así, se recomienda que para los de pelo largo, el baño sea una vez cada cuatro semanas. Para perros de pelo medio, una vez cada cuatro o seis semanas, mientras que los de pelo corto, una vez cada seis u ocho semanas.

Otro factor con el que se debe tener mucho cuidado es el champú elegido para el baño. Este producto variará según el tipo de pelo y sus condiciones, así como la edad del canino. Lo importante es que sea un champú para uso canino, los productos de uso humano, pueden generarles alguna reacción adversa.

En este orden de ideas, la temperatura de agua debe regularse al igual como se haría con un bebé. Un buen truco para probar la temperatura es que podamos soportar la temperatura por unos 5 minutos, si esa así estará perfecta para el perro.

Al finalizar el baño, será de suma importancia proceder a secarlo muy bien. Primero, deberemos cubrirlo con una toalla y permitirle sacudirse. Podemos acelerar un poco el proceso con la ayuda de un secador de cabello a una temperatura baja.