El perro perteneciente a la raza Pomerania es bastante listo, fácil de entrenar, extrovertido y muy inteligente. El Pomerania es el guardián ideal que se mantiene alerta ante la presencia de alguna persona extraña. Si el ladrido de este perro no es controlado durante la etapa de cachorro, pude convertirse en un verdadero problema.
Siempre puede ser encontrado en los pies del amo, y debe evitarse mimarlo en exceso porque puede transformarse en perro mordedor y volverse introvertido.
Se encariñan fácilmente con cualquier miembro del núcleo familiar, conservando siempre un lazo afectivo muy especial. Se adaptan sin complicaciones a los espacios de la vida urbana, aunque pueden desenvolverse en granjas o casas de campo (en estos espacio su instinto de caza se activa). El perro Pomerania es extremadamente leal, es una raza protectora y el tamaño de cualquier adversario no representa un problema para este perro. Son cariñosos, amigables y excelentes compañeros cuando han recibido un buen adiestramiento siendo cachorros.
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Al momento de ser educado el Pomerania, debe mostrarse el dueño con una actitud firme al darle cualquier orden, porque su enorme inteligencia suelen utilizarla a su favor para convertirse en los perfectos manipuladores y volverse los eternos mimados.
Debes ser un dueño que estipule los tiempos adecuados para cada tarea que deba realizar el perro. De esta manera el perro se siente confortado y cómodo. Es fundamental para la raza Pomerania el proceso de sociabilización temprana como base para su educación.
La obediencia básica comienza en la juventud, utilizando como apoyo para el entrenamiento el refuerzo positivo. Enséñale los modales, obediencia al llamarlo y para que se quede quieto; esto genera confianza en el perro.
Estos perros no tienen problemas para adaptarse a vivir en un apartamento, siempre que puedan realizar algunos paseos diarios donde pueda ejercitarse.
Debes establecer en casa un espacio silencioso y tranquilo donde pueda descansar el perro, el lugar debe estar bien aseado y libre de corrientes de viento, para evitar que el Pomerania trague o muerda alguna cosa que pueda generarle alguna complicación en la salud. Una cama, un cojín o un trasportín son ideales para esta hermosa y delicada raza de perros pequeños.
El Pomerania no requiere de cuidados demasiado complicados sólo necesitas cepillar a diario su bello pelaje, al menos entre dos y tres veces en la semana. Las uñas de este perro deben ser bien cuidadas y necesita bañarse mínimo cada 6 semanas y máximo cada 8 semanas. El corte de pelo debe ser realizado por algún profesional canino y utilizar productos apropiados para su cabello. Siempre debes estar pendiente del cuidado de los ojos, dientes y las orejas.
Todas las veces que sea necesario, lleva al perro al veterinario y mantén al día sus vacunas o desparasitantes.
En cuanto a la alimentación de estos perros, les encanta comer más que a otras razas de perros, por ello la alimentación debe ser cuidada perfectamente. La frecuencia y la cantidad de alimentos cambian de acuerdo a la edad y el tamaño del perro. Nunca debe faltarle su agua en el bebedero totalmente limpio. Si observas que el perro se rasca un poco las orejas, esto puede ser una señal de alguna infección que posiblemente requiera el apoyo profesional del veterinario.
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A partir de los 18 meses es la edad ideal en hembras Pomerania para tener la camada inicial y un máximo de 7 años para la última camada; tomando en cuenta el estado de salud, la camada, cesárea o parto natural.
El lapso de gestación dura aproximadamente 2 meses desde la cubrición inicial (puede variar este tiempo de duración).
En lo que respecta a las camadas de Pomerania, son pocos los cachorros y la cantidad se ubica apenas entre un cachorro y tres de estos.
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Aunque el Pomerania es un perro pequeño, su salud por lo general es bastante buena. Existe la posibilidad de sufrir de algunos problemas de salud de origen hereditario y otros padecimientos como: bajo nivel de azúcar en sangre, luxación de la rótula, cráneo abierto, problemas discales y en las extremidades, problemas oculares y en dientes, problemas cardíacos, cálculos renales y dificultades respiratorias.