El Spitz Japonés se destaca por ser un perro muy leal e inteligente, siempre son bastante atentos a su amo. Puede adaptarse rápidamente a un entorno familiar, una vez que reconoce a sus dueños y otros miembros de la familia socializan al instante, al igual que con cualquier animal de otra especie que se encuentre en el hogar.
Suelen ser muy audaces juguetones, muy tranquilos y prudentes, aman a los niños (siempre que estos no los maltraten). El Spitz Japonés se caracteriza por ser un perro protector y muy afectuoso, aunque suele desconfiar de cualquier extraño que llegue a casa. Siempre está a alerta y suele avisar cuando alguna irregularidad ocurra a su alrededor.
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Los Spitz Japonés son de un ambiente muy hogareño, tranquilo. Cualquier casa con un jardín mediano o amplio sería lo más ideal para ellos. Así como les gusta jugar, también se encuentran tranquilos con sus dueños. Estos perros necesitan de un dueño muy amoroso, que lo llene de mimos cada cierto tiempo.
Los niños menores de cinco años no deberían lidiar mucho con el Spitz Japonés, por eso se recomienda que sean niños que superen esta edad los que se encuentren en contacto seguido con este perro. Por ejemplo, una persona mayor que viva sola es un gran candidato como dueño para este perro, ya que lo llenará de amor y atención necesaria, y al mismo tiempo la tranquilidad que merece. Aunque un entorno familiar lleno de gente, también califica como un buen lugar para estos peludos amigos.
A pesar de que tiene un gran pelaje frondoso y abundante, los cuidados que hay que hacerle al Spitz Japonés, realmente son muy pocos. Para empezar, esta raza es bastante limpia, normalmente se pueden ver como se acicalan el pelaje, casi igual que un gato. Generalmente lo más recomendable es que se les cepille el pelaje una vez a la semana. Es necesario que antes de cepillarle el pelaje, este se le humedezca solo un poco.
Los Spitz Japonés tienen mudas de pelo, las hembras por lo general tiene 2 mudas anuales, mientras que los machos tienen una sola muda al año. Es necesario que durante esta etapa el cepillado del pelaje sea diario, para que todo el cabello viejo pueda caer y de espacio al nuevo.
Dos baños anuales son suficientes para estos amiguitos, en caso de que estos se ensucien de barro se debe esperar a que se seque y luego cepillarlos, la suciedad caerá al instante. El Spitz Japonés es de las razas que menos enfermedades sufre, sin embargo para descartar siempre hay que saber de donde proviene y si su venta es certificada. De igual manera tener su libreta de vacunación al día.
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Durante la gestación, las hembras suelen presentar cambios hormonales, celos y mudas de pelaje. Es necesario que si se va a aparear sean mayores de dos años, esto ya que normalmente las pocas enfermedades que padecen los Spitz Japonés suelen manifestarse luego de esa edad, de hacerlo antes es posible que dichas enfermedades pueden traspasarse a los cachorros.
Los cachorros son realmente activos y muy juguetones, es necesario que si van a estar en contacto con niños pequeños estos se encuentren bajo la supervisión de un adulto, ya que pueden presentarse ciertos altercados por parte de estos cachorros.
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Normalmente este tipo de perros no tienden a sufrir muchas enfermedades, pero en caso de poseerlas suelen aparecer a una edad madura (entre los 2 y 3 años). A pesar que son una raza tranquila deben mantenerse en un ejercicio diario, esto es para conservar su estado físico y gastar algo de su energía.
Se llegan a aburrir, y pueden ponerse tristes y enfermar si no se les presta la atención necesaria. Por suerte, el Spitz Japonés entra en la lista de los perros con menos enfermedades, su limpieza y su tranquilidad hace que muy pocas veces lleguen a sufrir de algún problema cardiaco. Normalmente las enfermedades que suelen presentar son hereditarias, y deben ser evaluadas por un veterinario para que este asigne los cuidados necesarios.