El San Bernardo posee un carácter comunicativo, amigable, pasivo. Con un comportamiento muy bueno, es bastante dócil y mimoso, además de devoto y leal a sus dueños. Es perfecto para la convivencia con niños, por quienes siente una atracción especial. Con su gran tamaño protege con agresividad a sus seres queridos. En cuanto a su personalidad, el San Bernardo es muy tranquilo, apacible y alegre. Disfruta de su maravilloso contacto con los niños, necesita mucho espacio por sus grandes longitudes, además es el dominante cuando conviven otros perros en el hogar.
El dueño debe apelar por un reforzamiento positivo, evitando lo negativo y la violencia o castigo. El san Bernardo es muy resistente, con mucha fuerza los collares de adiestramiento o condicionantes físicos son refutados expeditamente.
Cuando son cachorros se recomienda mantener la correa puesta, para que se acostumbre a los movimientos pequeños con la muñeca relacionándolos con el camino que deseamos tomar.
El San Bernardo es la mascota ideal para muchas personas, sin embargo, cabe destacar que necesita mucho espacio para correr. Son perros de grandes dimensiones por tal motivo necesitan suficiente espacio para estirar sus grandes patas y su monumental cuerpo. Así pues, no son candidatos para la vida en un departamento pequeño, sin duda, van a estar más cómodos en una casa grande donde dispongan de un terreno amplio para pasear con libertad.
Un perro San Bernardo podrá vivir en un piso o apartamento sólo si se lo ejercita lo suficiente. Estos perros son muy tranquilos en interiores, pero se recomienda tener un patio amplio.
Para un buen estado físico y mental del San Bernardo es necesaria una caminata larga a diario.
Los dos tipos de pelaje, el liso como el duro son factibles de cuidar, solo cepillar cada día con un cepillo de cerdas firmes. Sólo bañar cuando se considere necesario, debido a que el champú y los jabones quitan la protección y las propiedades del pelaje, lo recomendable es utilizar un jabón suave. Con el San Bernardo se deben tener un cuidado especial con sus ojos y mantenerlos limpios para evitar que se irriten.
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El cachorro de San Bernardo es un muy tranquilo y juguetón, no busca pelea. Sin embargo, posee un enérgico instinto de protección, es un excelente perro guardián. Ya de cachorro es capaz de transformar su obediente carácter y sacar su genio si alguien intenta acercarse a sus protegidos.
El período de gestación oscila entre 57-63 días, como especie de dos meses. Si transcurre este período y no nacen los cachorros, es indispensable visitar al veterinario para que induzca el parto o realice la cesárea.