Más de una vez los vecinos se han quejado de que nuestro perro ladra durante horas. Y seguramente, cuando llegamos del trabajo lo encontramos exhausto de tanto ladrar. Pero no debemos desesperarnos si vivimos tal situación, este inconveniente tiene solución y para ayudar traemos algunos trucos.

El origen: ¿Por qué ladran los perros?

Como en todo problema que se nos presenta, lo primero para solucionarlo es identificar las causas que lo originan. En este caso, debemos prestar mucha atención al comportamiento de nuestro perro, para así dar con el motivo de sus ladridos.

Naturalmente, los perros ladran para expresarse, pues este es uno de los medios de los que disponen para transmitir algo: emoción, advertencia, miedo, etc. Sin embargo, cuando aparentemente no vemos motivos para sus ladridos, debemos analizar cuándo se presenta este comportamiento.

Alertar

La primera y principal razón por la que los canes ladran es para alertar. Con este gesto, nos comunican que algo novedoso, fuera de lo ordinario o sorpresivo, está sucediendo y nos ponen en aviso. Aquí podemos incluir vecinos en el pasillo, cuando el timbre suena, explosión de fuegos artificiales o el paso de una moto por la calle.

Ansiedad por separación

Ya hemos oído esto ¿verdad? Cuando nuestro peludo se apega demasiado a un miembro del grupo familiar y éste se ausenta de casa, puede desatarse un verdadero caos de ladridos. La razón es que, el can no comprende su ausencia o si quiera si la persona volverá. Ante esta incertidumbre, ladrar le permite liberar ansiedad y desahogar energía.

Estrés acumulado

Siempre debemos tener en cuenta que al adoptar a un canino debemos brindarle todos los cuidados necesarios. Esto, va más allá de la comida y el veterinario, e incluye paseos, tiempo de juegos y adiestramiento.  

En este orden de ideas, cuando nuestro perro no encuentra cubiertas  todas sus necesidades, los ladridos pueden aparecer para canalizar el estrés.

Soledad por tiempos prolongados

Si la ansiedad por separación se presenta cuando el perro es muy dependiente de su amo, es importante tener en cuenta que aunque no exista este problema, también pueden sentirse muy solos cuando todos en casa se van a trabajar y estudiar. Recordemos que los canes son animales sociables, no les gusta la soledad. Por tanto, pueden ladrar para tratar de reunir a la familia cuanto antes.

El problema: ¿mi perro ladra cuando está solo?

Ahora que sabemos las principales razones por las que ladran los perros, podemos evidenciar que aquellos que lo hacen cuando se quedan solos en casa pueden ajustarse a varios perfiles. 

Así, puede ser porque sufren de ansiedad por separación, igualmente puede ocurrir que pertenecen a alguna de las razas con fuertes características de perros guardianes, listos para prevenir de cada ruido o movimiento. Asimismo, encontramos a los que se quedan mucho tiempo solos y aburridos o a los que les hace falta más actividad.

Por otra parte, no podemos olvidarnos de los cachorros, con total independencia de la raza, que realmente pueden ser todo un reto. Estos pequeñines tienen muchísima energía, lo que se suma a que aún no están del todo educados.

La solución: trucos para que mi perro deje de ladrar cuando está solo en casa

Aunque en un primer momento parezca misión imposible, a continuación les enseñamos algunos trucos que los ayudarán a acabar con los incesantes ladridos de sus perros cuando se quedan solos. Eso sí, lo primero deberán hacer es armarse de paciencia, amor y constancia, pues los resultados no se verán de un día para otro.

Recompensar el silencio

El primer secreto consta en premiar el silencio de nuestro perro. Esto lo lograremos con los siguientes ejercicios. Bien sea cuando dispongamos de tiempo extra en nuestras mañanas o en los fines de semana, y simulemos nuestra salida de casa como de costumbre lo hacemos, la diferencia es que en realidad no nos iremos muy lejos. Permaneceremos lo suficientemente cerca para escuchar si nuestro amigo comienza a ladrar.

Si nuestro peludo está en silencio por un lapso de tiempo más o menos aceptable, podremos volver y darle su merecida recompensa, pueden ser golosinas o caricias. Cuando hablamos de un tiempo aceptable, deberemos recordar la regla de grandes metas, tareas pequeñas. Es decir, iniciemos estos ejercicios por períodos cortos, la primera vez pueden ser unos 20 segundos de silencio para recompensar, si el perro ladra, comenzaremos a contar de cero nuevamente cuando vuelva el silencio.

Repetiremos esto hasta que veamos que puede aguantar mucho más tiempo. La idea es que el perro relaciones su silencio con algo positivo. Importante tener en cuenta que al salir de casa lo hagamos con tranquilidad, sin portazos o prisas, para que el can no se excite.

Necesidades básicas cubiertas

Como ya lo mencionáramos antes, debemos asegurarnos de estar cubriendo todas sus necesidades antes de dejarlo solo. Lo mejor será despertarnos un poco más temprano, darle un buen paseo y jugar con él para que drene energía. De este modo, al volver a casa estará cansado y con deseos de descansar o dormir un buen rato durante nuestra ausencia.

También ayuda prepararles un lugar cómodo y tranquilo en casa, con sus juguetes favoritos y hasta con un poco de música que les proporcione la sensación de compañía.

¡Cuidado con la estimulación incorrecta!

Es normal que cuando el ladrido nos desespera desde una cuadra antes de llegar a casa, nos veamos tentados a entrar y gritarle al perro que pare o hagamos algún ruido para que nos escuche llegar. Pues es nuestro deber informar que no es la mejor manera de hacer las cosas, ya que el perro podría interpretar esto como una recompensa a sus ladridos.

El mejor camino es mostrar calma frente a los ladridos de perro. Por supuesto, es inadmisible pegarle, pues además de un maltrato totalmente innecesario los resultados serán totalmente opuestos a los deseados, debido a que  se asustará y estresará más, lo que generará más ladridos.

En este mismo sentido, Si los ladridos inician al mismo tiempo en el que salimos de casa, no debemos volver para reprenderle o calmarlo. De lo contrario, podría interpretar que esa es la mejor manera de llamar la atención de su querido amo.