Si ya tenemos un perro en nuestras vidas o si apenas nos vamos a iniciar en este camino, debemos tener en cuenta que cada perro es diferente. Así que, será muy importante documentarnos tanto como podamos acerca del nuevo miembro de la familia. Particularmente, sobre los cuidados y características especiales que pueden poseer, dependiendo de su raza.
En esta oportunidad, conoceremos más sobre el Pequinés.
A grandes rasgos a estos perros de raza pequeña, se les caracteriza físicamente por su nariz achatada y negra, cabeza ancha y una robustez considerable para sus pequeñas dimensiones. Pueden alcanzar un peso máximo de 8 kilogramos y medir hasta 25 centímetros. No obstante, el peso ideal para ellos será de unos 5 kg., para los machos y unos 5,5 Kg., para las hembras.
Su pelaje es bastante particular, no sólo por la gran variedad de colores en los que se puede presentar, sino por su abundancia. Los pequinés poseen lo que se denomina doble manto. Esto quiere decir que, el pelo más superficial es largo y lacio, mientras que la capa más interna es bastante densa, abundante y muy suave. De ahí, ese aspecto de melena de león que tanto lo caracteriza.
Teniendo los cuidados esenciales, vacunación y visitas al veterinario, es una raza por lo general bastante sana que puede alcanzar los 11 años de vida. Aunque este estimado se ha incrementado en los últimos años.
Es una raza principalmente adquirida como perro de compañía, es decir depende mucho emocionalmente de los miembros de la familia o de las personas con las que más comparte día a día. Sin embargo, resulta ser un ejemplar muy independiente en el hogar. De manera que, apreciarán los mimos y caricias sin excesos. Con que su dueño se encuentre en casa, se darán por bien servidos.
En atención a lo anterior, pueden tolerar períodos de ausencia de sus amos en casa mejor de lo que pueden otras razas. Pero no se debe abusar de esto, pues tras períodos muy largos de soledad podrían sufrir de ansiedad por separación.
En cuanto a su nivel de sociabilización, encontramos que con los extraños se muestran indiferentes y hasta un poco arrogantes, pero no son agresivos. Igual comportamiento muestran frente a otras mascotas. Contrariamente, pueden ser muy amorosos con los miembros de su familia.
Son animales muy obedientes, siempre y cuando se les tenga paciencia desde cachorro y se elija la mejor técnica de entrenamiento. Los expertos en conducta animal, señalan que responden muy bien ante técnicas de refuerzo positivo. Así, podremos enseñarle hábitos de higiene para que hagan sus necesidades biológicas sobre la superficie o espacio destinado para tal fin. También, podremos entrenarlos para que reconozcan algunas señales de obediencia y hasta podremos enseñarles algunos trucos.
En definitiva, son perros leales, independientes, valientes, reservados, territoriales, algo antipáticos con los extraños, por lo tanto, no socializan mucho.
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Los propietarios de un perro Pequinés deben ser personas que puedan brindarle la atención necesaria y que garanticen las óptimas condiciones en cuanto a la alimentación, salud y espacio físico donde habitara el animal.
De igual manera deben ser capaces de disfrutar los juegos y caricias de estos ejemplares apenas ven a su dueño o dueña llegar a casa. De igual modo, deben disponer del tiempo suficiente para darle al pelaje del Pequinés el cuidado que merece.
Es importante que el entorno donde el perro se desenvuelva sea un espacio donde este se sienta cómodo, amado y protegido. Puede vivir en amplias casas o en apartamentos, lo importante es tener siempre en cuenta las medidas de higiene que se deben seguir siempre que se tenga en casa una mascota y más un pequinés que dejan más cantidad de pelaje esparcido por las áreas de uso común en el hogar.
Si somos de los que no nos gusta hacer mucho ejercicio, este será nuestra raza perfecta de perro, pues no requieren de largos paseos ni de excesiva actividad.
Son muy recomendables, para dueños principiantes, debido a sus cuidados básicos, tamaño pequeño e independencia. También son ideales para quienes vivan en apartamentos pequeños, ya que se adaptan muy bien a estos espacios.
Si cumple con estas características, el Pequinés será la mejor elección.
Como es de imaginar, adoptar un perro implica que deberemos tomar algunas medidas básicas para su estancia saludable, confortable y feliz a nuestro lado. Pero habrá razas que necesiten mayores cuidados que otras, o por lo menos algunas atenciones especiales a determinados aspectos. Veamos qué podemos hacer para que un pequinés tenga una vida plena.
Empecemos por una de sus características más destacadas, su pelaje. Tal como lo señaláramos, este es abundante y de doble manto, en esa medida requiere de cuidados especiales. De esta manera, su pelaje deberá ser cepillado al menos dos horas todos los días. Con ello, evitaremos que se formen los detestables nudos que afectan la apariencia física del hermoso pequinés. Además, este proceso será sumamente relajante tanto para el dueño como para el perro. Se recomienda bañarlos 1 vez al mes, o seguir al pie de la letra alguna recomendación que al respecto haga su veterinario.
El Pequinés, necesita tener una alimentación balanceada que esté orientada hacia el consumo de muchas proteínas y baja en grasa. Esto requiere de mucha atención, pues es una raza que tiende a la obesidad. Además, deberemos suministrarle los suplementos vitamínicos que el médico veterinario indique para fortalecer el sistema inmune. Lo recomendable es que estos perros no deben de realizar más de 2 comidas diarias de 300 gramos máximos.
El Pequinés, no es un perro que le encante la actividad física en exceso, es más bien de ratos de juegos, un par de paseos al día de unos 15 o 20 minutos y será suficiente para mantenerlo activo. Además, por su hocico achatado y su propia fisonomía, no soportan el ejercicio físico prolongado. Es importante, evitar exponerlos a mucha actividad en épocas de calor o por mucho tiempo ya que podrían sufrir un choque de calor.
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Este proceso biológico natural en los ejemplares de esta raza debe ser monitoreado por un médico veterinario ya que la perra debe ser montada por un perro de un peso y estatura similar para evitar lesiones de consideración.
Una vez se logra la concepción, la perra debe llevar una alimentación balanceada más la aplicación de inyecciones de vitaminas y calcio, ya que la demanda es mayor.
La camada de cachorros varia de 1 a 3 por parto. Son muy pequeños al nacer y tardan alrededor de 2 días para levantarse y caminar muy cerca de la madre.
Deben ser revisados y vacunados para evitar el contagio de las enfermedades más comunes en esa edad temprana.
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En la mayoría de los casos se tratan de perros muy sanos, que con los cuidados mínimos tendrán una vida larga y saludable. No obstante, no se pueden prever todos los escenarios de posibles enfermedades que los Pequinés o cualquier perro pudiera tener.
En principio, teniendo un buen control de vacunas y visitas regulares al veterinario, serán nuestra mejor manera de ayudarlos. En todo caso, los siguientes pudieran ser afecciones comunes en esta raza:
Son perros que sufren muchas afecciones en la vista, algunas se originan por el rose del pelaje. Se les irrita el borde del ojo lo que los hace que se muestren irritables o que siempre estén acostados con los ojos cerrados. Por ello, debemos estar atentos al pelaje de su cara, especialmente alrededor de los ojos.
También pueden desarrollar cataratas en la edad adulta, aunque se han descrito casos de perros pequinés con cataratas siendo aún jóvenes. También pueden sufrir trastornos de ojo seco.
Cuando no se les asea correctamente el pelaje, son propensos a permitir la aparición de parásitos que les causan graves irritaciones en la piel. Para evitar esto, el cepillado correcto es esencial, no debe limitar al manto superficial, sino que debemos asegurarnos de estar cepillando la lanilla densa que compone la capa más interna del pelaje.
Es importante que se limpie muy bien el pelaje y la piel que rodea la boca del animal después de cada comida, De lo contrario, pueden aparecer hongos y bacterias que si llegan a la garganta o a los oídos le causarán otros problemas de salud más graves.
Debido a la estructura de su hocico tienen una tendencia a padecer problemas nasales o respiratorios. Ante cualquier ronquido excesivo o poco común, lo mejor será acudir al veterinario para saber cómo marcha su sistema respiratorio.
Pueden llegar a sufrir problemas con los discos intervertebrales, derivados de su complexión.
Suelen reportarse algunas enfermedades cardiacas entre los Pequinés, sin que se le relaciones directamente con su edad. Por ello, realizar las visitas programadas al veterinario es de gran importancia, con lo que se podrá detectar cualquier problema a tiempo y tratarlo de la mejor manera.