Muchos amantes de los perros de razas grandes los consideran poderosos, fuertes, incluso elegantes y con una imponente presencia. No obstante, son precisamente estas razas las que requieren de mayores cuidados, entrenamientos y atenciones para que sea sano, de comportamiento equilibrado y seguro.
El Dogo Argentino es una de estas razas, conozcamos un poco más sobre ellos y descubramos si es nuestro perro ideal y nosotros los dueños indicados.
El Dogo Argentino es un perro grande, poderoso y atlético que tiene una energía y agilidad explosivas. Es una especie diseñada para encontrar, perseguir y atrapar presas peligrosas. Su expresión es alerta e inteligente, pero con una marcada dureza que lo convierte en un excelente guardián, sobre todo en los machos.
Pasemos a conocer sus rasgos físicos, característicos de la raza. En principio, se trata de un perro bastante grande, pues los machos pueden llegar a medir entre 65 y 75 centímetros de altura hasta la cruz. Mientras, que en el caso de las hembras es un poco menos, con una altura promedio comprendida entre los 60 y los 63 centímetros. En lo que se refiere a su peso, los machos pueden alcanzar fácilmente los 55 kilos y como mínimo 45 kilos, por su parte, las hembras cuentan con un rango de entre los 40 y 43 kilos.
La estructura del Dogo Argentino, es robusta, maciza, musculosa y extremadamente fuerte. Tiene un cuello grueso y arqueado, su pecho es ancho y profundo. Sus extremidades son rectas, muslos vistosamente musculosos y corvejones cortos. La cola es larga y gruesa.
Presenta una cabeza grande, con un hocico ancho, ligeramente cóncavo, mandíbula fuerte y labios delgados, especializados en permitirle atrapar la presa y continuar respirando sin dificultades, con lo cual no soltará su agarre. Esto lo hace dueño de una de las mordidas más poderosas del mundo canino.
Asimismo, destacan sus pequeños ojos bien separados entre sí, de color castaño oscuro o avellana. Sus orejas son medianas, triangulares y colgantes hasta la mitad de la cabeza. Es de destacar que, en esta raza se habituaba cortarlas, en esos casos quedaban erguidas, dándole un aspecto más agresivo al Dogo. Afortunadamente, esta práctica ha caído en desuso e incluso es prohibida en muchos países.
Uno de los rasgos específicos del Dogo Argentino, es que su pelaje debe ser completamente blanco, esto fue pensado así para que fuese fácil de distinguir en el campo por los cazadores. No obstante, se admiten pequeñas manchas negras en la cabeza, especialmente alrededor de uno de sus ojos. Este pelaje es corto, recto, uniforme y liso, con una longitud inferior a los dos centímetros.
Aunque el Dogo Argentino a menudo es confundido con el Bulldog americano, no tienen relación directa, aunque sí está involucrado en los múltiples cruces que se llevaron a cabo para desarrollar la raza. Esta raza desciende del extinto perro de pelea de Córdoba, un perro enorme y muy feroz criado para pelear, también oriundo de Argentina.
La raza tiene su origen en la provincia de Córdoba, en la región central de la República Argentina. Ahí, un doctor argentino llamado Antonio Nores Martínez tuvo el ambicioso proyecto de crear un perro de caza que fuera ágil e intrépido y que además pudiera manejar el terreno de su tierra natal, en otras palabras un perro invencible. A finales de la década de 1920, Nores Martínez utilizó la cría selectiva con el objetivo de reducir el instinto agresivo de pelea del perro para que pudiera cooperar en una manada. De esa forma logró reemplazar la inclinación por las peleas con la necesidad de cazar.
Para lograr esta hazaña, el Dr. Nores, junto con su padre y hermano, tomó como base de la raza al perro de pelea de Córdoba, por su resistencia y fuerza. Asimismo, con la finalidad de otorgar un fino olfato, dosificar el carácter, generar una estructura maciza, incentivar el valor, propiciar altura y darle su característico color blanco, realizó cruces entre las razas Pointer, Boxer, Bulldog, Bull Terrier, Gran Danés y Woolhound Irlandés, así como Mastín Español y el Perro de Montaña de los Pirineos.
Gracias a estas mezclas, perfectamente controladas, cerca del año 1940 se logra estabilizar al Dogo Argentino como lo conocemos al día de hoy. Por lo que en realidad se trata de una raza bastante reciente. Sin embargo, fue una raza reconocida internacionalmente en el año 1964.
Las características dóciles y de obediencia convierten a esta raza en un perro de compañía confiable para ser un fiel guardián de la familia. Pero su fuerza, tenacidad, olfato agudo y valentía lo convierten en el mejor perro para la caza de jabalíes, pumas y otros depredadores que se encuentran en las vastas áreas del territorio argentino. Su carácter, equilibrio emocional y su excelente musculatura son características ideales para aguantar largos periodos de viajes de cacería.
Lamentablemente, debido a su fuerza algunos los utilizan en las peleas de perros. Por esa razón los dogos argentinos son considerados peligrosos y están prohibidos en algunos países como Australia, las Islas Caimán, Dinamarca, Islandia, Singapur y Ucrania. De hecho, en lugares como el Reino Unido, es ilegal poseer uno sin un permiso especial.
Carácter y Comportamiento
Lo primero a destacar sobre el Dogo Argentino, es que fue creado para la caza en jauría, pero no para cualquier caza, sino para la caza mayor, de animales como zorros, pumas o jabalíes. En este sentido, es un perro con una resistencia física increíble, que soporta largas travesías sin fatigarse. Del mismo modo, muestra un umbral de dolor bastante alto, lo que le permite resistir la respuesta feroz de sus presas.
Derivado de su capacidad para rastrar y seguir presas, es un vigilante nato, que con la debida socialización desde temprana edad, y dada su naturaleza de cazar en grupo puede llevarse bien con otras mascotas.
Otras de las características con los que fueron concebidos, fue para que pudieran seguir órdenes y cooperara con el cazador. Esto fue alcanzado con gran éxito, ya que el Dogo Argentino es un perro que posee un temperamento bastante equilibrado, siendo ideal como tanto para el trabajo como para la compañía de la familia.
Si bien es cierto que, los primeros ejemplares de esta raza solían ser muy ariscos y tenían un carácter marcado, se logró estabilizar estas características y en la actualidad conservan un buen comportamiento.
Es un perro muy inteligente, fácil de adiestrar, sus características no solo lo han hecho el perro ideal para la caza, sino que en muchos países, los Dogos Argentinos realizan actividades policiales como tareas de rescate y búsqueda. Todos estos trabajos se le dan muy bien, tomando en cuenta que posee una memoria prodigiosa, lo que también facilita su adiestramiento.
Es poco ladrador, pero cuando hace uso de su ladrido, es constante y rítmico, de manera que será mejor prestar atención cuando lo haga. Siempre que medie una buena educación y socialización temprana, resulta un buen compañero para niños grandes, es decir, lo más recomendable es que conviva con niños mayores de 12 años. Esta advertencia no viene dada porque se trate de un perro agresivo, es más bien porque tiene mucha fuerza y los tratos sin cuidado de los niños pequeños pueden serle molestos.
Por esta razón, requiere de un entrenamiento apropiado porque alguna persona puede resultar lesionada debido a cualquier movimiento brusco.
Gracias a su musculatura y a su composición corporal, es un atleta por excelencia, capaz de alcanzar grandes velocidades en carrera en un abrir y cerrar de ojos. De igual manera, posee una agilidad impresionante, por lo que juegos de saltos, carreras al aire libre y actividades similares le van de maravilla.
Por otra parte, debe mantenerse constantemente aprendiendo cosas nuevas, pues se aburre con las tareas repetitivas o aparentemente inútiles. Con la educación apropiada, será un perro cariñoso y juguetón que suele crear fuertes vínculos con su familia, a la que defenderá cuando circunstancias lo ameriten.
Sobre estos nexos es de recalcar que, se apega mucho a una sola familia una vez que se ha establecido. Por ello, si llega a darse un cambio en su núcleo familiar podría presentar un estado depresivo o de ansiedad, caso en los cuales, se recomienda acudir con los especialistas en conducta canina.
No es un perro que tolere bien la soledad, si se queda mucho tiempo sin compañía podríamos encontrar grandes destrozos en nuestro patio u hogar. Para evitar esto, podemos entrenarlo para que se acostumbre desde pequeño a períodos cortos de soledad. O en su defecto, asegurarnos de que siempre haya personas en casa.
Lamentablemente, como ya señaláramos, debido a su gran resistencia y fuerza, en un primer momento los ejemplares de esta raza fueron usados en peleas de perros. En tales eventos barbáricos, se ganaron un lugar de prestigio, pues eran realmente unos luchadores acostumbrados a ganar.
Pese a que luego su uso común ha sido la caza y la vigilancia, además de otros oficios como perros asistentes de fuerzas policiales y militares, así como perro de asistencia o de búsqueda y rescate, la fama de perros de pelea les precede. Por ello, es común conseguirlos registrados en las listas de perros potencialmente peligrosos.
A continuación, ofrecemos un resumen de los países que presentan restricciones o prohibiciones a la tenencia de esta raza. Les aconsejamos que presten atención o investiguen si en su localidad pueden poseer uno de estos canes, esto para evitar cualquier infracción.
En este país, el Dogo Argentino es considerado un perro potencialmente peligroso. Por esto, básicamente se deben cumplir con la inscripción del ejemplar en el Registro Municipal de Animales Potencialmente Peligrosos, así como, poseer una licencia, un seguro de responsabilidad civil y un certificado de capacidad física.
Debe mediar un permiso judicial específico, si no se cumple con esto pudieran multar al dueño del perro con una suma de hasta 5.000 libras, sin perjuicio de que, en caso de incumplir, se puede acabar con un apena de seis meses de prisión.
Principalmente destacamos la regulación del estado de Nueva York, en donde se prohíbe su tenencia en apartamentos.
En esta nación, poseer un Dogo Argentino implica pagar impuestos más caros.
Se entiende que estas regulaciones se deben a la mala fama de la raza, adquirida en las etapas tempranas de la misma. Muchos, amantes de esta raza, así como, los dueños de Dogos Argentinos dan fe de que esas características agresivas no son los aspectos relevantes de estos canes. Por el contrario, dan fe de su dulzura y tranquilidad y deseos de complacerlos.
En caso de hacerse presente una conducta agresiva, siempre puede recurrirse al entrenamiento dirigido por un especialista, pero por lo general, el dueño será capaz de adiestrar sin inconvenientes a su Dogo.
El dueño de un Dogo Argentino debe ser un líder seguro de sí, firme, constante y coherente, preferiblemente alguien que le agraden las actividades al aire libre y no tenga inconvenientes en llevar consigo a su perro. Asimismo, el propietario debe tener cierta experiencia con perros, por lo que no se aconseja para novatos.
Antes de convertirte en el dueño de un Dogo Argentino, debes tener en cuenta que el proceso de adiestramiento es arduo y debe ser constante. Necesitas convertirte en un dueño paciente, tranquilo y desde su recibimiento debe iniciar el proceso de sociabilidad. El Dogo Argentino debe exponerse a distintos escenarios con personas y otras mascotas, para que aprenda a reaccionar adecuadamente en cada situación. El entrenamiento debe ser firme y libre de agresividad para evitar que sea un animal territorial.
El dueño del Dogo Argentino no debe dejar que el perro haga lo que desea. En todo caso, se debe tomar en cuenta que el entorno requiere un enérgico refuerzo positivo, porque aprenden mejor. Lo esencial es encontrar un entorno donde resalte la armonía, si dispones de poco tiempo o en caso de mostrarse rudo el perro, es mejor acudir inmediatamente a un profesional.
Es una raza que necesita salir a campo abierto, para ejercitarse y saciar su instinto cazador. Por lo tanto, no está recomendado para personas con una vida sedentaria.
En cuanto a su espacio ideal, es importante tener en consideración que el Dogo Argentino requiere de espacio al aire libre, donde él pueda corretear. Si no contamos con este tipo de espacios, como mínimo debemos garantizarle, paseos largos y juegos físicos muy activos.
El Dogo Argentino para que pueda estar cómodo, necesita una cama donde descansar tranquilo y casetas para refugiarse. Requiere de algunos juguetes y compartir juegos para estimular su equilibrio mental y corporal. Diariamente debe dar largos paseos y promover ciertas actividades que le permitan descansar mejor por las noches luego de descargar suficiente energía.
Lo más importante en el cuidado del Dogo Argentino, es su alimentación. Si el perro tiene una alimentación inadecuada, puede causarle problemas durante su desarrollo y acortar el tiempo de vida.
Su piel es sensible, por eso lo más adecuado es que no se expongan demasiado tiempo a los rayos solares.
Un cepillo es esencial para conservar perfecto, brillante y libre de cabellos muertos su pelaje. El cepillado debe realizarse de manera constante.
Los conductos auditivos deben limpiarse con productos específicos para esta raza, de esta forma se evitan infecciones. Alrededor de los ojos se debe realizar una limpieza apropiada para evitar que se produzcan inflamaciones en las cuencas lacrimales.
Muchas empresas de alimentos para perros fabrican fórmulas especiales para razas pequeñas, medianas, grandes y gigantes. Los Dogos Argentinos requieren alimentos para raza grande. Además de estar bien alimentados, deben tener (en todo momento) a su disposición abundante agua limpia y fresca.
Son una raza bastante energética y sus necesidades alimentarias cambian en las diferentes etapas de su vida. Por lo que es importante que tome en cuenta que para definir una dieta adecuada para su perro deberá ponerse en contacto con su veterinario o un nutricionista profesional. Juntos podrán determinar la frecuencia de las comidas que recibirá el animal mientras es cachorro y la mejor dieta cuando sea adulto, así logrará aumentar su longevidad.
Lo más importante es que la comida sea siempre de muy buena calidad y en cantidades adecuadas, recetadas por los expertos, bien sea un veterinario o nutricionista canino. Es necesario estar bien informados y direccionados en este aspecto, ya que es una raza con tendencia a engordar. Esto último toma mayor relevancia, si el Dogo se encuentra en un entorno familiar sin que se requieran sus habilidades físicas.
Si por el contrario, es un ejemplar acostumbrado a realizar ejercicio y tener bastante actividad, su apetito será voraz. Por lo que todos estos elementos deberemos informarlo a los especialistas, para que nos ayuden a calibrar la cantidad de calorías apropiadas para nuestro Dogo.
Del mismo modo, nos podrán indicar el tipo de alimentos a ofrecerle a nuestro Dogo, aunque de entrada podemos recomendar que se traten de alimentos bajos en grasas y altos en proteínas y ricos en grasas saludables.
Finalmente, para evitar problemas en el funcionamiento de su sistema digestivo, se sugiere dividir las porciones de alimento en dos. En este orden de ideas, será prudente evitar alimentarlo justo antes o después de hacer un gran esfuerzo físico.
El aseo semanal regular es muy importante para mantener sano y feliz a un dogo argentino, además dejará al perro limpio y con un aspecto inmejorable. El momento del baño es una excelente oportunidad para reforzar los lazos entre su dueño y la mascota.
En realidad, no hay una regla estricta sobre la frecuencia del baño de un dogo, pero en verano puede hacerlo con mayor frecuencia que durante los meses fríos. Lo importante es hacerlo con la regularidad suficiente para evitar inconvenientes con la salud del perro o que produzca malos olores. Aquí es recomendable no abusar del uso de los champús (aunque sean especiales para la raza).
Para establecer la frecuencia del baño puede tomar en cuenta el estilo de vida del animal, el lugar donde vive y sus hábitos diarios. Como esta raza es de pelo corto, no necesita bañarlos con la misma frecuencia que los perros de pelo largo. No obstante, es importante tomar en cuenta sí suelta mucho pelo, por lo que los cepillados serán necesarios para mantener el pelo suelto controlado. Con un guante o cepillo crin, bastará.
Los dogos argentinos, son muy atléticos y activos, por eso es recomendable que tengan un buen régimen de ejercicio diario. Lo mejor para la salud de su mascota sería pasar tiempo jugando en el patio trasero y salir a pasear varias veces al día. También puede ejercitarse realizando actividades en el interior, como jugar a las escondidas o perseguir un disco volador. Otra forma eficiente de que gaste energías son actividades como nadar, caminar, recuperar pelotas, etc.
Actividades como el agility, juegos de búsqueda, trotar, salir de excursión, son sólo algunas delas actividades que nuestro Dogo disfrutaría muchísimo, además le darían la oportunidad de fortalecer su sistema muscular, al tiempo que drena energía.
Los perros de esta raza son muy inteligentes y activos, además les encanta realizar tareas con sus dueños o cuidadores. Por lo que son excelentes en deportes caninos como la agilidad, la obediencia y el rally.
Es importante contar con el criador adecuado para la raza. Un entrenador responsable, que tenga experiencia con este tipo de perro será de mucha ayuda para lograr que el dogo tenga un comportamiento adecuado.
La socialización y el entrenamiento temprano son dos factores a considerar para mantener el buen comportamiento del dogo argentino. Como son físicamente fuertes y muy voluntariosos, necesitan un entrenador firme que pueda mantenerlos a raya sin recurrir a la fuerza o al castigo físico. La mayoría de los expertos piensan que no son una raza para propietarios novatos.
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El tiempo de gestación de una hembra Dogo Argentino se ubica entre los 57 y los 63 días. La gestación depende del número de cachorros y su tamaño, es decir, entre más numerosos o grandes el tiempo de embarazo será menor, pero siempre dentro de un máximo de 63 días.
Una hembra Dogo Argentino puede tener entre 6 y 8 cachorros por camada, dependiendo de algunos factores esta cantidad puede variar (edad de la hembra, características del macho, etc.).
Un dato curioso de los pequeños Dogos, es que nacen con la trufa sin pigmentación, pasando los meses se irá tornando color negro, habitual en la raza. En lo que al comportamiento de los cachorros se refiere, estos son bastante activos. Por esto, requieren de constantes jugos y actividades de agilidad e inteligencia.
Si entre adoptar o comprar, optamos por comprar, debemos cerciorarnos de que el criador tenga una buena reputación, serio y responsable. De ser posible, hagamos visitas a las instalaciones, ellos serán los indicados para atender a todas nuestras preguntas.
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Como cualquier otra raza de perros, el dogo Argentino puede padecer de algunas enfermedades a lo largo de su vida, especialmente de carácter congénito. Esta raza de perro debido a la carencia de pigmento puede llegar a sufrir de sordera, bien sea de un solo oído o de ambos. Sobre este particular, cabe señalar que existe un 10% de posibilidades de que el Dogo padezca de esta patología. Los criadores buscarán reducir esta probabilidad, usando para la reproducción sólo ejemplares con audición normal.
El Dogo Argentino también puede verse afectado frecuentemente por la displasia de cadera. Los perros de gran tamaño tienen altas probabilidades de padecer de formar crónica en las articulaciones, produciéndose problemas significativos y cojera.
Aunque no son muy recurrentes, es posible que el Dogo Argentino se vea afectado por problemas congénitos. Tienen poca tasa de ceguera, aunque en la etapa de vejez pueden llegar a padecer de cataratas.
Algunos perros pueden sufrir de problemas en su piel debido a ciertas alergias por alimentos. En el caso particular de los Dogos Argentinos, el color del manto y el tipo de pelaje, los hace propensos a sufrir quemaduras o insolaciones. Por lo que deberemos tener mucho cuidado al momento de exponerlos al sol durante largas jornadas.
En este mismo sentido, encontramos que tampoco tolera bien el frío, ya que su manto no lo protege del todo ante bajas temperaturas. Así que en temporada de frío no deberán dormir fuera.
Los Dogos Argentinos en la etapa juvenil, pueden padecer demodexia debido a las defensas bajas. A pesar de todo esto, existen mayores probabilidades de sufrir de obesidad los perros que llevan una mala alimentación.
Finalmente, en cuanto a la expectativa de vida del Dogo Argentino, encontramos que suelen vivir un promedio de entre 10 y 12 años.